Atutxa anunció que el próximo lunes se llevará a cabo en San Sebastián un encuentro entre responsables policiales de la Administración central, francesa y vasca para esclarecer el secuestro del empresario donostiarra.

Por su parte, la 'Ertzaintza' continúa con las investigaciones en coordinación con el juez Carlos Bueren, de la Audiencia Nacional, aunque por el momento no se han prodcido novedades. Atutxa explicó que "siguen las investigaciones adelante. La Ertzaintza, como policía judicial bajo la coordinación del juez Bueren, está trabajando intensamente".

"Nosotros seguiremos, sin duda alguna, poniendo todo nuestro empeño por poner en manos de la justicia a quienes han privado de un derecho tan fundamental, como es la libertad, a un ciudadano vasco", dijo.

El departamento de Interior del Gobierno vasco ha confirmado que el nombre de José María Aldaya figuraba en los papels incautados al comando de ETA "Ipar Haizea", en 1991, pero Aldaya no se puso en contacto con los responsables de seguridad.

ALDAYA, UNO MAS

"Este ciudadano era uno más de entre todos ellos. No cabe duda de que sí existía, al parecer, algún documento de un comando detenido en el año 1991 donde se citaba a esta persona. Pero no se trataba de una circunstancia de carácter extraordinario y tampoco la propia persona, en ningún momento, se había puesto en contacto con los responsables de seguridad para qe se tomaran medidas excepcionales", afirmó.

El secuestro, en opinión de Atutxa, puede prolongarse en el tiempo. "Todo este tipo de secuestros se prolongan en el tiempo, tenemos el ejemplo de Julio Iglesias a lo largo de 117 días. Esos contactos que deben producirse en circunstancias como la actual no pueden desarrollarse con inmediatez, con prontitud y, por lo tanto, puede producirse un secuestro también largo en el tiempo", dijo.

Asimismo, Atutxa informó que ETA se encuentra en una quiebra técnca. "No cabe duda de que ETA cuenta en este momento, todavía, con tesorería; pero no solamente bebían de las fuentes económicas de esa recaudación a la que era sometida la sociedad vasca, en particular, y estatal, en general, sino que también todo su entorno esta bebiendo. Por lo tanto, sí se encuentran en una verdadera quiebra técnica", señaló.

Para el consejero vasco de Interior, con este nuevo secuestro ETA busca notoriedad y dinero, y debe ser la sociedad la que responda no sólo en la calle, sino egando el voto a aquellos que apoyan la violencia.

"Es la sociedad quien debe condenar a los que no directamente, pero sí indirectamente, son los máximos responsables, quienes son los políticos los que marcan precisamente la estrategia y están escudándose tras esta banda terrorista, es decir, todos los que componen y se presentan en una sigla cual es HB. La sociedad debe condenar y debe castigar a esta sigla", sentenció.