Los misioneros secuestrados son el brasileño Ronildo França, el colombiano César Avellaneda y el español uan Carlos Martínez, nacido en La Rioja.

Los secuestradores son indios y arroceros que se oponen a la creación de un territorio delimitado para los indígenas, fruto del acuerdo entre los misioneros y FUNAI, agencia gubernamental de asuntos indígenas del Gobierno brasileño.

Este acuerdo tendría efectos legales a finales de este mes de enero, pero el territorio ha sido ocupado en el último año por arroceros, buscadores de oro y aventureros, con el objeto de evitar la creación de dicho territorio. Los misioneros secuestrados fueron conducidos a un poblado indio a 30 kilómetros de la misión, donde permanecen hasta el momento.

Ayer, día 7, grupos de activistas cortaban las carreteras de la zona de Boavista y atacaban la sede de FUNAI, amenazando también con atacar la catedral de Boavista, hecho que no se llevó a efecto.

La policía negoció la liberación de los misioneros para ayer a las 13,00 horas (18,00 horas en España), pero la liberación no se produjo.

El misionero español Juan Calos Martínez apareció ayer por la tarde en televisión manifestando que se encontraban bien y que seguían retenidos contra su voluntad.

La Embajada española en Brasil ha solicitado al Gobierno brasileño que logre su liberación. Asimismo los misioneros han recibido el apoyo de la totalidad de la población indígena que ve cómo quienes defienden sus as aspiraciones se ven privados de libertad.

Obras Misionales Pontificias, en comunicación permanente con la Congregación de los Misioneros de la Consolaa, sigue esta situación, a la vez que solicita oraciones para la pronta liberación de los secuestrados.