Estos sectores, localizados esencialmente en las agrupaciones de la Part Forana (denominación que recibe la demarcación geográfica allende de la capital balear, Palma de Mallorca), denuncian que el actual pacto supone un desgaste político imprevisto para la formación regionalista.

En este sentido, interpretan que el nombramiento del presidete del PP balear, Jaume Matas, como ministro de Medio Ambiente y su marcha a Madrid es una buena ocasión para revisar el actual marco de relaciones entre UM y el PP.

Recuerdan que el público desencuentro entre Matas y María Antonia Munar influyó en la inesperada decisión de esta última de romper con el PP tras las últimas elecciones y favorecer, con el respaldo de sus diputados autonómicos, la elección del socialista Francesc Antich como presidente del Ejecutivo autónomo.

No obstante, la direcció de Unión Mallorquina, formación que lidera la presidenta del Consejo Insular de Mallorca, María Antonia Munar, y de la cual depende la estabilidad del Pacto de Progreso que permitió al PSOE arrebatar al PP la Presidencia del Gobierno balear, no tiene previsto romper el actual acuerdo de gobierno.

"Nosotros tenemos un compromiso con el Pacto de Progreso y los compromisos están para cumplirlos. Hoy por hoy, no se contempla la ruptura del pacto", manifestaron a Servimedia fuentes próximas a Munar.

n cualquier caso, de acuerdo con fuentes consultadas por Servimedia en el PP isleño, el propio Matas ha encargado a la dirección de su partido que establezca unas primeras conversaciones con sus homólogos en UM.

A esta iniciativa por generar un clima de distensión entre ambas fuerzas políticas se suma ahora el sector más conservador en el seno de Unión Mallorquina, que ya ha reclamado de Munar que reconsidere su actual alianza con los socialistas y retome los tradicionales acuerdos que venía sostenieno con el PP en el Ejecutivo balear, que datan de la época en que gobernaba Gabriel Cañellas.

RECUPERAR EL PACTO

Fuentes consultadas por Servimedia tanto en el PP como en Unión Mallorquina tienen el convencimiento de que la alianza entre UM y el PP -cuya vocación políticamente centrista es coincidente- volverá a recuperarse con vistas a los próximos comicios regionales, previstos para el año 2002.

Sobre este particular se asienta la tesis -refrendada en privado por amplios sectores del PP balear de que el nombramiento de Matas como ministro de Medio Ambiente, en un área de especial importancia para los intereses económicos del archipiélago, puede suponer una importante plataforma de lanzamiento del presidente del PP balear como candidato a la Presidencia del Gobierno isleño en las próximas elecciones autonómicas.

No en vano, el problema de la falta de recursos hídricos en Baleares, conocido popularmente como la "batalla del agua", centró buena parte del debate político durante la última campña electoral en las islas.

Su nombramiento ahora como ministro "reforzará a Matas como candidato en el 2003, como ganador de la 'batalla del agua', puesto que está en su mano promover la construcción de desaladoras o resolver la cuestión de 'sa costera' -trasvase a Palma desde los acuíferos y embalses de la Serra de Tramuntana-", manifestó a Servimedia un dirigente popular que prefiere mantenerse en el anonimato.

En cualquier caso, señalados sectores del PP y de UM coinciden en lo oportuno de la ecisión de Aznar de trasladar a Madrid a Matas, puesto que dicho distanciamiento ayudará a rebajar el clima de enfrentamiento dialéctico que protagonizaban tanto Matas como Munar.

Ni Matas ni Munar se han pronunciado públicamente hasta la fecha sobre la posibilidad de reanudar el diálogo entre UM y PP. La presidenta del Consejo Insular de Mallorca sí manifestó a Servimedia que el nombramiento de Matas como ministro "es satisfactorio, porque es un ministro mallorquín y, 'a priori', debe conocer a la pefección los problemas medioambientales de Baleares tanto como para defenderlos en el Consejo de Ministros".

Munar, que dirige precisamente el organismo público con mayores competencias en materia medioambiental en Mallorca, agregó que la designación de Matas como ministro del área "debería implicar también una mayor colaboración y diálogo entre la comunidad balear y el Ministerio de Medio Ambiente".