Horno señaló que, por las primeras estimaciones de que disponen ya para el próximo ejercicio, las perspectivas son positivas y a ello contribuye que, junto al turismo tradicional de sol y playa, está creciendo cada vez más el de negocios y el vinculado a la cultura y el patrimonio histórico-artístico.

Apuntó también la mejoría en la afluencia de turistas de paises que no son los clientes prefrentes de España, como es el caso de Estados Unidos, cuyos visitantes se han triplicado en los últimos tres años, hasta totalizar alrededor de 1.600.000 al año.

Según Horno, Barcelona, tras las Olimpiadas del 92, ha visto incrementada notablemente su demanda, lo mismo que ocurre con Madrid y Sevilla. "En estos momentos yo diría que España es de los paises que están de moda en Estados Unidos", indicó.

Turespaña prevé que 1997 acabará con un crecimiento de entre el 2 y el 3 por ciento en el contingnte de turistas extranjeros, con lo que se situarán en torno a 43 millones, a pesar del mal tiempo registrado en el mes de julio.

Horno señaló que lo importante es que, aunque surgen paises competidores, España sigue ganando cuota de mercado, algo que atribuyó a que "se han dado los pasos necesarios y disponemos de la infraestructura necesaria para el tipo de turista que recibimos en cuestiones como seguridad, el estado de las carreteras o la infraestructura de los municipios".