Así se desprende de un estudio realizado por la red de paneles de consumidores TNS Worldpanel, según el cual, aunque el consumidor compró este año aproximadamente el mismo número de prendas, lo hizo a un precio más económico (-6%, como media).

Algo que ocurrió no sólo durante los dos meses de las rebajas, sino que esta tendencia se extendió también al mes de marzo, con un comienzo de la temporada primavera-verano marcado por grandes descuentos.

A pesar de que las rebajas de enero y febrero fueron muy agresivas en precio, el número de prendas compradas creció sólo un 1%.

El precio medio pagado por prenda durante estos dos meses se situó en torno a los 15 euros, alcanzándose una facturación de 3.313 millones de euros durante este periodo.

De este gasto total, el 71% fue destinado a productos rebajados, frente al 29% que supusieron los productos no rebajados.

Durante el mes marzo, el 40% de la facturación del sector textil se realizó en producto rebajado o en promociones, mientras que el mismo periodo del año anterior el producto promocionado suponía únicamente el 34% del mercado.