Asimismo, las inversiones y gastos en seguridad llevados a cabo por las empresas de este sector alcanzaron en el ejercicio pasado los 67,7 millones de euros, un 54% más que en 1993.

Además, debido al incremento de instalaciones de cogeneración, actualmente parte del sector genera su propia energía, lo que supone un ahorro de 0,25 kilogramos de CO por cada kilowatio hora producido. En 2001, eso supuso un ahorro en la emisión de 842.500 toneladas, el equivalente al consumo en calefacción de una ciudad de 1,8 millones de habitantes, un 35% menos que en 1993.

Respecto a los residuos, las empresas químicas redujeron un 23% los mismos, hasta alcanzar los 16,9 kilogramos de residuos generados por cada tonelada producida.