Esta evolución negativa en las ventas se registra desde 1991, año en que la producción y facturación cayó en torno a un 8 por ciento, aunque la mayor caída de las ventas se produjo en 1993. En total el descenso en las ventas acumulado en los 3 pasados años es de un 37 por ciento.

Esta situación no experimentó variación alguna en el primer mes de 1994, según señaló Juan Carlos Santos, autor de un análisis de cyuntura del sector de muebles de oficina para la patronal del mismo, Famo.

Según Santos, 1994 puede ser un año peor que 1993 en este sector, lo que contrasta con los síntomas de recuperación anunciados por algunos miembros del Gobierno y que deberían traducirse en una reactivación del sector, que es muy sensible a las oscilaciones de la coyuntura económica general.

Por el contrario, el gerente de Famo, Francisco Martín Maeso, manifestó que "el sector está lleno de rumores sobre la falta de solvenia de algunas compañías determinadas".

Martín Maeso desmintió estos rumores, aunque reconoció que la situación de morosidad e impagados ha alcanzado a este sector, que paradójicamente tiene como principal cliente a las instituciones financieras.

En el sector de muebles de oficina se mueven 200 empresas significativas que concentran el 90 por ciento del mercado. En estas compañías, el grado de participación de empresas extranjeras es muy alto y alcanza entre el 60 y 70 por ciento, aunque a juicio e los representantes del sector, resulta difícil encontrar empresas compradas y controladas en su totalidad por multinacionales o empresas extranjeras.

Los representantes del sector de muebles de oficina mostraron su disconformidad con la poilítica de la Administración, a la que acusan de practicar una política de retraso en los pagos y de escasa atención y tutela a un sector atomizado como éste.

A la atomización en el sector, en el que prácticamente ninguna de las empresas supera los 1.500 milloes de pesetas de facturación al año, se suma el gran volumen de economía sumergida que registra, especialmente en el ámbito de los pequeños fabricantes y que según estimaciones de Famo podría alcanzar un 20 por ciento de las ventas totales del sector.