Sin embargo, a pesar de la previsión de un posible repunte en el consumo de cemento, el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, advirtió de que entre el 2007 y el 2009 se había producido un descenso en el consumo de cemento per cápita de casi el 50%, ya que se pasó de un uso de 1.200 kilos por persona a cerca de 640 kilos por habitante.

Por eso, la industria cementera centra sus espectativas en un mayor dinamismo en la obra pública, ya que son conscientes "del parón inmobiliario" dado el stock existente de viviendas.

De hecho, en 2008 el mayor consumo de cemento se produjo por obra civil con 18.334.000 toneladas, seguido de la vivienda que consumió 12.113.000 y la edificación no residencial que utilizó 10.810.000.

Por su parte, uno de los vicepresidentes de Oficemen, Ángel Luis Heras, afirmó que "pese a que la situación ahora es mala, están más preocupados de cara a después del verano", ya que no saben como puede responder financieramente los clientes.

Otra de las preocupaciones de la patronal cementera es que el mercado laboral del sector es inelástico, ya que se necesita "cerca de 150 empleados" para que la fábrica siga en funcionamiento, por lo que a pesar de que "se está produciendo al 50%", no pueden prescindir de personal para reducir costes

Según Oficemen, se están haciendo "verdaderos esfuerzos" para mantener las fábricas abiertas, aunque sí que se han cerrado varios hornos y no descartan que próximamente lo hagan algunas fábricas.

El director general de Oficemen, destacó también el perjuicio que supone para las cementeras españolas, la falta de control a la hora de importar cemento del exterior.

En este sentido, Zaragoza afirmó que "las cuotas de importación son extremadamente elevadas, algo que es extraño teniendo en España capacidad sobrante", aseguró el representante de la patronal cementera.

Zaragoza señaló a países como China (de donde viene el 54% de las importaciones cementeras) donde las condiciones para producir son menores que en España, por lo que sus costes son inferiores y pueden vender a precios más bajos.

En esta línea el director de Oficemen apuntó que la competencia "no siempre es leal" porque "no estamos jugando con las mismas normas de juego", y destacó que por ejemplo "no cumplen el protocolo de Kioto".

Por eso, Zaragoza pidió un mayor control en los puertos para las importaciones, "si alguien deja una bomba atómica en el puerto de Almería igual se pasa ahí dos días sin que vengan a recogerla", ironizó el director general de Oficemen.