Estos responsables aseguraron a Servimedia que han empezado a enviar al Ministerio de Agricultura sus evaluaciones sobre el impacto de las pérdidas provocadas por la sequía y otros cambios climáticos imprevistos, y creen indispensable un alza de los precios.

Los aceites y grasas vegetales, los productos hortofrutícolas de conserva, y los cereals y sus derivados para consumo humano son los cultivos más afectados por la sequía.

En toda la Unión Europea, la producción de semillas oleaginosas se ha reducido de un millón a medio millón de toneladas; ha descendido la cosecha de tomate, tanto para su consumo en fresco como para el envasado en conserva, y sobre todo, los silos de cereales comunitarios han bajado sus reservas por debajo de los niveles de seguridad.

Según Horacio González Arévalo, responsable de Comercio Exterior de la Federació de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), "se está ya buscando, por ejemplo, importar vino de consumo de mesa de otros países".

La sequía está produciendo escasez de materias primas en las industrias conserveras de frutas y hortalizas, asi como aquéllas que se dedican a la transformación y el congelado.

"Se puede afirmar", asegura el director general de Koipe, Antonio Herranz, "que el precio del aceite en producción, desde hace tres o cuatro semanas, los envasadores lo estamos pagando de 2 a 30 pesetas más caro por kilo".

"Esto quizá explique -añade- que el precio por litro de aceite esté aumentando en el consumidor final, aunque más lentamente. Pero tenderá a incrementarse en las próximas semanas. El precio medio del litro de aceite debe estar, según calidades, grado de acidez y marca, en torno a las 590 ó 600 pesetas, como mínimo, para el consumidor. Porque no creo que haya ningún envasador que esté comprando a menos de 550 pesetas por litro."

A su juicio, si las perspectivas defutura cosecha son las que indica el deterioro de los olivares por la prolongada sequía, no sólo seguirá subiendo el precio del aceite, sino que tendremos que importar más aceite de oliva de otros países. Porque la cosecha próxima será más corta que la precedente."

CAUTELA EN LAS SUBIDAS DE PRECIO

En las industrias de agroalimentación estiman que el tirón de la demanda que se produce en agosto, como consecuencia de las vacaciones y el turismo, quizá no sea suficiente para decidir a los productores, ransformadores y distribuidores de la agroalimentación a trasladar todas las subidas al consumidor en este mes.

"Quizá no se atrevan- dice Horacio González Arévalo, de FIAB- a frenar un consumo que apenas si está incrementándose en los últimos tiempos. La demanda interna no crece suficientemente en los productos agroalimentarios. Por eso importamos menos productos preparados. La gente tiende a consumir más productos nacionales".

En su opinión, aunque es previsible una escalada de precios en alguns productos, las cadenas de distribución y comercialización tendrán que ser cautas, "porque si se asusta al consumidor, se disparará la inflación y todos saldremos perdiendo."