El periodista y escritor, que calificó de "monumento a la psiquiatría" esta organización, dirigida por quien se hace llamar Gregorio XVII, explicó que en los últimos meses ha empeorado la crisis financiera en la secta, debdo a los escasos recursos económicos de que dispone.

Asimismo, según Rodríguez, esta situación ha originado que numerosos vecinos de la pedanía de Palmar de Troya, dependiente de Utrera (Sevilla), se opongan a la presencia de la organización en la zona, puesto que "ya no les da tanto trabajo como antes en la construcción de la basílica".

No obstante, el investigador especialista en organizaciones sectarias no cree que si el Papa Clemente empeora o fallece la secta vaya a desaparecer. "Si el Papa lemente no puede continuar como Papa, se nombra otro y ya está", añadió.

Rodríguez criticó que la Administración competente "haya dejado crecer un chiringuito bastante importante". A su juicio, Hacienda no ha ejercido ningún control sobre la financiación de la secta, lo que, según él, ha permitido que esta organización presuntamente religiosa posea un patrimonio valorado en "muchos cientos de millones de pesetas".

José Rodríguez calificó de "inaudito" el hecho de que, pese a haberse confirmado vaios casos de integrantes de la secta que se han automutilado, el Gobierno no haya abierto una investigación sobre las actividades de la secta.

La secta palmariana, que tiene numerosas ramificaciones en diversas provincias españolas y en otros países, cuenta con unos 400 miembros en la provincia sevillana.

Además del Papa Clemente, esta organización esta formada por numerosos "cardenales", "obispos", "sacerdotes" y "monjas", todos ellos excomulgados por la Iglesia católica.

Aparte de la basílca que construye en el Palmar, la secta posee numerosas edificaciones en el casco antiguo de Sevilla, que utiliza como conventos de clausura y a los que muy pocas personas han conseguido acceder, según Rodríguez.