Durante su participación en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum, Iglesias explicó que América Latina vive un periodo de bonanza económica gracias a la coyuntura internacional combinada con políticas internas por lo general "sensatas".

Eso está permitiendo un crecimiento de las inversiones y de las exportaciones, así como de las reservas, la reducción de la deuda externa, y la contención de la inflación. Se han dejado atrás, recalcó, la hiperinflacción y las turbulencias financieras.

Pero, junto a ese "vaso medio lleno" que supone la bonanza económica, Enrique Iglesias expuso "un vaso medio vacío" que persiste en América Latina en forma de pobreza, exclusión, desempleo, déficits sociales o carencias de infraestructuras.

Un 40% de la población latinoamericana, 200 millones de personas, vive aún en la pobreza, 80 millones de ellos en la indigencia, y "el gran dolor de cabeza" del continente es la distribución de los ingresos, el reparto de la renta.

Frente a lo que ocurría años atrás, Iglesias aseguró que la gente percibe ahora que ese problema puede tener solución, y esa puede ser una de las raíces de las expresiones sociales que se están viviendo en forma de nuevos movimientos políticos de corte indigenista o nacionalista.

A ello se une lo que Iglesias considera una "pérdida de prestigio" de los partidos históricos latinoamericanos, que no han sabido responder a las nuevas demandas sociales.

"PACIENCIA" CON BOLIVIA

Enrique Iglesias juzgó "bueno" el hecho mismo de que países con mayoría de población indígena tengan un líder procedente de este colectivo, como es el caso de Bolivia, y abogó por el diálogo de los demás países con los nuevos gobernantes.

La falta de experiencia de gestión hace necesario que los demás tengan "un poco de paciencia" para ver cómo se ejecutan los proyectos.

En el caso de Bolivia y sus recursos naturales, Enrique Iglesias aseguró que el debate no es nacionalización o no, ya que se trata de un fenómeno habitual en la escena internacional, sino que cualquier proyecto se emprenda respetando los contratos y preservando la seguridad jurídica.

Con Bolivia, recordó, se está negociando, "y nada hace pensar que no sea posible llegar a un acuerdo" para que Evo Morales cumpla sus compromisos y las empresas puedan obtener beneficios razonables contribuyendo al desarrollo del país.

Iglesias se mostró reiteradamente partidario del diálogo con todos los gobernantes iberoamericanos para superar posibles discrepancias, algo que se pretende potenciar desde la Secretaría General Iberoamericana, y también por la seguridad jurídica de las inversiones en cada uno de estos países.

En el diálogo político con toda América Latina, dijo, España tiene un "enorme potencial" gracias, en buena parte, a la Jefatura del Estado y a la comunidad de cultura e intereses existente entre ambas orillas del Atlántico.

En su opinión, América Latina tiene ante sí "una oportunidad histórica" para resolver asuntos pendientes aprovechando esa bonanza. Para ello, señaló cinco prioridades que deben ser atendidas por los gobernantes: competitividad, consolidación de las estructuras fiscales, infraestructuras, seguridad jurídica en las inversiones, y reforma del Estado para garantizar su eficiencia.