Peña destacó los cuatro objetivos que el Gobierno persigue con su reforma: promover la ocupación laboral, evitar despidos, potenciar el sistema de protección social y enriquecer la negociación colectiva con el reforzamiento de los agentes sociales.

Para conseguir estos fines, según Peña, se hubieran aliado "hasta con el diablo", y afirmó que el Gobierno ha diseñado esta fórmula del contrato de aprendizaje porque considera que "el trabajo es el único elemento formativo e integrador y nosotrosqueremos empezar a valorar y a subrayar lo que es el trabajo, la austeridad y el esfuerzo, y sólo eso provoca una sociedad cohesionada".

Marcos Peña se refirió también a la huelga del próximo día 27 y pidió que se realice de manera "desapasionada, un poco más laica y un poco más razonable" y que al día siguiente se continúe trabajando. Según el secretario de Estado de Empleo, el interés del Gobierno desde que se dio a conocer la convocatoria de huelga y hasta el 27 "ha sido racionalizar la huelga geneal; que vaya quien quiera, pero que sepa perfectamente por qué va y qué alternativa existe por lo tanto".

Por su parte, el consejero de Trabajo del Gobierno vasco, Paulino Luesma, que también estuvo presente en las jornadas sobre el mercado de trabajo celebradas en Bilbao, aseguró que a principios del próximo mes se pondrá en contacto con los interlocutores sociales, a los que informará acerca de la necesidad de plantear una nueva filosofía de negociación colectiva, superando el contenido típicamente alarial en beneficio de otros, como las condiciones y la adaptabilidad a las circunstancias de cada momento.