Tras el encuentro de casi dos horas que concluyó sin un acuerdo definitivo, las tres partes hicieron público un comunicado en el que asumen el compromiso de que las ayudas estatales no sean para reducir la plantilla de Seat, en contra de lo que venía reclamando hasta ahora el consorcio automovilístico alemán.

El comunicado señala que "no habrá ayudas a Seat destinadas a la reestrcuturación laboral o a subvencionar condiciones laborales que son incompatibles con la normativa comunitaria o introduzca reestricciones a la libre competencia; unas premisas que no impedirán la concesión de dinero público a Seat para proyectos tecnológicos y "condicionados en todo caso a compromisos por parte de Volkswagen y Seat".

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