Al mismo tiempo, unas 18.000 personas participaron este mediodía en Barcelona en la tercera manifestación contra los planes de futuro de Seat, de las cuales, cerca de 8.000, según la Guardia urbana provocaron incidentes.

El consejero de Trabajo del Gobierno catalán aseguró, tras reunirse con el comité intercentros de la compañía y con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que pedirá a la dirección de Seat que acepte aplazar cuatro o cinco días la resolución del expediente de suspensión de empleo para 8.282 trabajadores, y que debía ser aprobado hoy mismo por la Administración autonómica.

"Insistiremos en pedir a la empresa que acceda a las peticiones de los sindicatos con el fin defacilitar el proceso negociador", dijo Farreres. Añadió que la Generalitat resolvería los tres expedientes conjuntamente y antes del día 18 de este mes, fecha en que se reúne la cúpula de Volkswagen para decidir si concede la inyección de 120.000 millones de pesetas a su filial española.

Asimismo, el consejero de Trabajo solicitó a Seat que presentara por escrito las garantías que ofrece sobre el cumplimiento de sus propuestas para poderlas incluir en estos expedientes.

La tercera manifestación cnvocada hoy por los sindicatos de Seat, dentro de la jornada de huelga de 24 horas realizada contra los planes de Volkswagen y los expedientes de regulación reunió en el centro de Barcelona 18.000 personas, varias miles menos que en las otras ocasiones, aunque esta vez el ambiente estaba más crispado y acabó con incidentes.

Según fuentes de la Guardia Urbana, un grupo de unas 8.000 personas, simpatizantes del sindicato CGT, se desvincularon del conjunto de los manifestantes a la altura de la avendida el Paral.lel y se dirigieron hacia la plaza Sant Jaume por la Gran Via, calle en la que volcaron y quemaron varios contenedores y cortaron el tráfico.

Los mismos manifestantes lanzaron tomates y otros objetos contra la fachada del Palau de la Generalitat y obligaron a que se marchara un grupo de periodistas.

Por otra parte, el secretario general de CCOO en Seat, Alfonso Rodríguez, afirmó en la plaza Sant Jaume, una vez acabada la manifestación, que el comité intercentros estaba decidido a que tods los trabajadores de la empresa siguieran acudiendo a la fábrica de Zona Franca en el caso de que hoy se aprobara el expediente de regulación temporal, tal y como estaba previsto.

El presidente de la Generalitat insistió, antes de reunirse con los representantes sindicales y Farreres, en la necesidad de asegurar la viabilidad de la firma, a pesar de que comportara algunos despidos y jubilaciones anticipadas. "Algunos de esos 8.000 o 9.000 puestos de trabajo, por lo menos provisionalmente, deberán cerarse. Esto es una realidad", recalcó.

En su opinión, la fábrica de Martorell podrá aumentar la competitividad del grupo Volkswagen, y de esta forma se podrá absorber parte del excedente laboral que plantea la dirección. Pujol reiteró la necesidad de que la Administración central y la autonómica trabajen conjuntamente para ayudar a conseguir la viabilidad de la marca.