La última víctima, agredida por un staffordshire-terrier americano, salvó su vida, pero fue trasladada hasta un hospital hamburgués con una profunda herida en la parta alta del muslo. El perro paseaba en compañía de un varón de 33 años que, segúnlos datos de la policía local, dio más de 2,0 en los tests de alcoholismo poco después de producirse los hechos. El verdadero propietario del animal fue arrestado posteriormente y puesto a disposición policial.

Estas últimas agresiones han despertado todo un debate en Alemania sobre la necesidad de poner fin a la cría de estos canes peligrosos. A las manifestaciones del lunes realizadas por el ministro de Medio Ambiente, Jürgen Trittin se ha sumado también Gerhard Schröder, entre otras muchas personalidades políticas de distintas tendencias en el país. Se espera que hoy mismo se discuta este tema con urgencia en el seno del gabinete del Gobierno, según el rotativo bávaro.