Los músicos de jazz, especialmente, corren un riesgo incrementado de padecer problemas pulmonares por la técnica epecial que requiere el saxo, que se denomina de "respiración circular". A esto se unen circuntancias que también perjudican a la salud de estos músicos, como la exposición a sustancias nocivas, como el humo del tabaco en la atmósfera de pubs y salas de concierto.

El doctor Sanjay Kinra estudió los casos de 813 saxofonistas nacidos entre 1882 y 1974, de los cuales 349 ya habían fallecido en el momento de realizarse el estudio, a finales del 1998.

Su conclusión es que la particular técnica de respiación de los saxofonistas puede acortar su vida, aunque es posible que sus problemas se vean agudizados por el consumo de alcohol, tabaco y estupefacientes.