En declaraciones a Servimedia, Liliana Orjuela, coordinadora del Programa de Violencia e Infancia de Save The Children, dijo que son las instituciones y los adultos quienes deben proteger al niño y esa obligación pasa por explicarle y enseñarle qué es el abuso, cuáles son las situaciones de riesgo, qué caricias son "adecuadas" y cuáles no, así como a quién pedir ayuda.

Orjuela indicó que los pederastas suelen acercarse a lugares frecuentados por niños y buscan víctimas con carencias afectivas y que suelen salir a la calle solas, acercándose a ellas con "tácticas afectuosas", aprovechando su soledad para manipularlas.

En su opinión, la escuela es el mejor lugar para llevar a cabo las campañas de sensibilización y también se debe enseñar a los profesores a detectar qué niños pueden estar siendo sometidos a abusos, para que puedan tomarse medidas y ayudar al menor.

Por otro lado, consideró que "el silogismo de que a mayores penas mayores resultados es falso". En su opinión, los pederastas, además de cumplir las penas de cárcel a la que son condenados, deben estar sometidos a un periodo de tratamiento establecido por forenses psiquiatras.