Entre los cambios positivos para la infancia que han tenido lugar en 2022, la ONG destacó la lucha para acabar con el matrimonio infantil en Senegal. Además, en mayo entró en vigor la Ley de Matrimonios de Zimbabue, que prohíbe el matrimonio infantil, “como resultado de una década de trabajo por parte de varias organizaciones de infancia, entre ellas Save the Children”.

En cuanto a las mejoras para la eliminación del castigo corporal, según la organización, Zambia y Mauricio lo prohibieron “en todos los ámbitos de la vida de los niños y niñas, proporcionando a casi 10 millones protección legal frente al castigo violento”.

Además, Cuba prohibió el castigo corporal en el hogar y Kenia también aprobó una Ley de la Infancia este año que denosta el maltrato corporal de los niños.

Por primera vez en 2022, los países reconocieron formalmente a los niños y niñas como agentes de cambio ante la crisis climática. Acordaron que los gobiernos deberían incluirles en el diseño y la puesta en práctica de políticas relacionadas con el clima. ”Es un gran paso en el reconocimiento de la crisis climática como una crisis de los derechos de infancia”, afirmó Save the Children.

También se mejoró la protección de los niños contra armas explosivas. “La infancia sufre de forma desproporcionada las consecuencias de los conflictos armados actuales, ya que los centros de las ciudades se convierten en campos de batalla”, destacó la ONG.

Además, en los últimos seis meses se triplicaron las repatriaciones de niños extranjeros que llevan años atrapados en campos inseguros e insalubres en el noreste de Siria, “lo que demuestra una mayor voluntad de la comunidad internacional de llevarlos a casa, incluida España”.

Save the Children informó de que de junio a noviembre, 411 niños, niñas y mujeres regresaron a casa desde los campos que albergan a personas desplazadas desde la caída del ISIS, casi el mismo número que los repatriados entre enero de 2021 y mayo de 2022. En total, este año ha habido un aumento del 60% de niños repatriados desde los campos. Pero la organización alertó de que podría llevar 30 años devolver a los niños y niñas extranjeros si no se aceleraran las repatriaciones.

Por otra parte, el pasado mes de noviembre, la organización humanitaria pudo entregar ayuda en Tigray (Etiopía) por primera vez en más de un año gracias a un acuerdo de paz. Con cientos de miles de personas enfrentándose a niveles catastróficos de hambre y con 13 millones necesitadas en las regiones de Tigray, Amhara y Afar del norte, esta ayuda era de extrema necesidad.