Tirana Hassan, coordinadora de los programas de protección infantil de Save the Children en Banda Aceh, la ciudad más afectada por el maremoto de diciembre, comunicó que el personal de la ONG no ha sufrido heridas. "Todos abandonaron sus casas ordenadamente y se dirigieron a áreas del interior. No se produjeron escenas de pánico en los alrededores de las zonas en las que vivimos nosotros", confirmó Hassan.

Hassan comenta también que Naciones Unidas y las autoridades indonesias locales les explicaron que era seguro volver a sus casas tres horas después del terremoto, de una intensidad de 8,7 en la escala de Richter, producido poco antes de las 11 de la noche (hora local) de ayer, lunes 28.

Otro trabajador de Save the Children, Dogal Parchen, se encontraba en un barco anclado cerca de la isla de Simeulue en Indonesia cuando se produjo el terremoto.

"El barco se zarandeó una y otra vez durante tres minutos. Levamos el ancla y nos dirigimos mar adentro para evitar un tsunami, pero el tsunami no llegó"

Save the Children lleva tres décadas trabajando en Indonesia y en la actualidad está proporcionando ayuda a más de 200.000 niños en Indonesia, Sri Lanka e India.

Hasta la fecha, Save the Children ha recibido más de 150 millones de euros en todo el mundo por parte de particulares, empresas o instituciones para su trabajo en la emergencia y reconstrucción derivadas del "tsunami" de diciembre.