"Cuando uno tiene que montar todo ese dispositivo de seguridad para una boda o un bautizo, o va un helicóptero a sacerle a uno del monte donde da un paseo, es que pasa algo", aseguró en el curso de la presentación de su libro "Perdonen las molestias".

Según Savater, lo más grave que ocurre en el País Vasco en estos momento no es ya que una parte de la población viva a amenazada y con la presión de poder ser asesinados, sin que la otra mitad de los ciudadanos vascos se desentiende de su situación.

Sólo en el momento en que los nacionalistas comiencen a ser asesinados o se sientan atacados, se dejará de frivolizar sobre la situación del País Vasco. "Cuando unos están siendo asesinados", explicó, "los otros les saludan o les dan el pésame y dedican el resto del tiempo a regañarles por no haber cambiado su forma de pensar"

En esta situación, Savater aseguró que los no nacionalistas "viven ya hoy como víctimas de una guerra civil en la que no pueden luchar y simplemente ponen los muertos".

Por todo ello, el filósofo vasco reclamó seguridad en el País Vasco para todos, frente a la "comodidad" que piden los nacionalistas. A su juicio, la seguridad es un valor objetivo que debe garantizarse a todos los ciudadanos, mientras que la sensación de estar cómodo es muy subjetiva "e incluso caprichosa".