Saura aseguró que ayer mantuvo una conversación telefónica con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, quien se mostró "satisfecho" por las explicaciones que le había dado Carretero en privado.

De esta conversación, el titular de Relaciones Institucionales dedujo que Carretero se había disculpado con Maragall, puesto que esta fue la condición que puso el presidente de la Generalitat para garantizar la continuidad del consejero de ERC.

Insistió en que Maragall no ha exigido a Carretero que renuncie a ninguna de las competencias que tiene como consejero de Gobernación en relación a la celebración del referéndum sobre la reforma del Estatuto y puntualizó que los contenidos políticos de la campaña de la Generalitat serán discutidos en el seno del tripartito.

Saura expresó igualmente su "satisfacción por la superación de los problemas" de este fin de semana y resaltó que el tripartito continúa trabajando "incluso cuando hay problemas".

La superación de estas dificultades permite demostrar que que "hay voluntad de continuidad en los tres partidos del Gobierno catalán", y que, "en contra de lo que se dice, el Gobierno gobierna".

En ese sentido, destacó que ayer se firmó un acuerdo "histórico" sobre la educación en Cataluña, que será lo que pase a los libros y no "las discrepancias que hayan podido existir por las declaraciones de un consejero".

Pese a la importancia de ese Pacto Nacional de Educación, las diferencias en el seno del tripartito propician unos "excesivos ruidos mediáticos", que a juicio de Saura "tienen que desaparecer".

El consejero de Relaciones Institucionales insistió en que si Maragall ha aceptado las disculpas de Carretero expresadas en privado, él las da por buenas y dijo que "el problema de fondo" del tripartito no son las opiniones de un consejero, sino las diferentes posiciones que mantienen los tres partidos que lo componen.

En ese sentido, el consejero de Relaciones Institucionales dijo que no perderá la esperanza de que ERC apoye el "sí" en el referéndum sobre el Estatuto y se preguntó "¿qué pasaría si los votos negativos de ERC y el PP superaran al sí?", cuando con este Estatuto "Cataluña mejora".