"La salud mental es el vagón d cola de la sanidad, la auténtica cenicienta del sistema sanitario. En 20 años de reformas psiquiátricas se ha abolido el concepto del viejo manicomio, pero no se ha creado una red de servicios comunitarios capaz de asumir la demanda asistencial actual. Así, el cuidado a los pacientes, en la mayoría de los casos, está en manos de las familias", explicó el secretario general de SATSE, José Alfonso Martos.

A juicio del sindicato, las deficiencias en este terreno son palpables: las camas en centros de laga estancia para pacientes han disminuido en 10 años un 35 por ciento, las camas en unidades de corta estancia alcanzan la cifra de 757 en toda España, las plazas ofertadas por el ministerio para la formación de enfermeros especialistas en los últimos dos años se cifran en 75 y para 8 comunidades autónomas no se han previsto plazas en el último año.

Según José Alfonso Martos, "miles de pacientes con trastornos severos están actualmente en manos de las familias. en España, con los recursos actuales, sepuede atender la urgencia, pero no se encuentra resuelta la atención sanitaria al paciente crónico. Necesitamos infraestructuras y más personal de enfermería especializado en salud mental".

SATSE considera prioritario poner en marcha un Plan Nacional de Salud Mental, que sirva de instrumento de coordinación de las diferentes administraciones y que sea una garantía de igualdad en la prestación sanitaria a estos enfermos.

A juicio del secretario general del sindicato, "no existen criterios homogénes en la prestación de asistencia a enfermos mentales. Cada comunidad adopta la línea que cree correcta con unos recursos muy limitados. La reforma psiquiátrica en nuestro país no ha estado acompañada de una inyección presupuestaria adecuada, pasándose el testigo a las comunidades autónomas, que no han podido asumir el cambio".