La primera fase del conflicto tiene el objetivo de informar a la sociedad de las condiciones en las que trabajan estos profesionales, convocando manifestaciones, concentraciones, recogidas de firmas, encierros, etc.

En la segunda fase del conflicto y, tras la actitud con que la Administración reciba las propuestas de la enfermería, Satse no descarta convocar paros en los centros de trabajo, "a pesar de que entendemos que los que tienen que sufrir las consecuencias del conflicto son los responsables el caos sanitario, no los ciudadanos".

Porras denunció que la Administración no está contratando a personal para realizar las sustituciones de los enfermeros en vacaciones o de baja, lo que implica una sobrecarga de trabajo para el resto de los compañeros y un aumento "desmesurado" de las enfermedades psicosomáticas.

Además, los enfermeros se quejan de que cada vez les exigen una mayor cualificación y especialización para mantener su empleo, pero no les permiten formarse ni desarrollarse profesioalmente.