Los colectivos conservacionistas han solicitado repetidamente durante los últimos años a la CE la adopción de medidas encaminadas a preserar las especies que habitan en esta zona de alto valor ecológico, algunas de ellas en peligro de extinción.

En los 28 municipios de Huelva que se integran total o parcialmente en este parque natural tienen sus hábitats colonias de buitres negros, buitres leonados, cigüeñas negras, águilas imperiales y reales, milanos reales, cernícalos primilla y águilas culebreras y perdiceras, entre otras especies.

Los ecologistas protestaron hace tiempo por la tala masiva de árboles en algunos municipios de lacomarca, por los daños que esta práctica causa a la flora y a la fauna.

La decisión de la CE de declarar al parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche como Zona Especial de Protección de las Aves se conoció la pasada semana con ocasión de la reunión que la Junta Rectora del parque celebró en la localidad onubense de Encinasola.

Este parque natural tiene una extensión de 184.000 hectáreas, en las que habitan más de 60.000 personas. Se trata de una reserva ecológica en la que no ha haido enfrentamientos entre los conservacionistas y los partidarios del desarrollo, como sucede en otras zonas de la provincia, como Doñana.

Según vecinos de la zona, la industria agroalimentaria, principalmente cárnica, y el turismo rural "no suponen ninguna agresión para el medio ambiente".