Esta decisión del grupo papelero fue comunicada ayer al gobernador civil de Soria, Pedro Luis Piñeiro, y al alcalde del municipio soriano de Almazán, Angel Martín Vizcaíno.

Almazán era una de ls localidades, junto con Tudela (Navarra), que más posibilidades tenía de llevarse el proyecto, dado que en esta localidad ya existe una factoría, que en febrero de 1991 fue adquirida a Torras.

El vicepresidente ejecutivo del grupo Sarrió, Carlo Bonomi, comunicó a los represetantes sorianos que a finales de julio se presentará un nuevo proyecto de ampliación, modernización y remodelación de la factoría de Almazán, que supondrá pasar de una producción de 27.000 a 43.000 toneladas de cartoncillo.

E gobernador soriano, que estima en unos 2.500 millones la nueva inversión en la planta de Almazán, criticó ayer la actitud del grupo y lamentó que "el único problema que hay para la construcción de la planta es que estos señores quieren que les salga gratis. Así cualquiera es empresario".

Para el proyecto de construcción de una nueva planta, el grupo papelero contaba ya con unas subvenciones de unos 6.000 millones de pesetas, concedidas por las administraciones central y autonómica, el Ayuntamiento deAlmazán y la Diputación Provincial de Soria.

La decepción que hoy reflejaban el gobernador de Soria y el alcalde de Almazán son consecuencia de las expectativas que se habían creado, ya que el Ministerio de Economía y Hacienda aprobó subvenciones por un importe de 2.600 millones en el mes de junio.

La renuncia a la nueva construcción puede estar relacionada con la crisis del grupo Torras Kio, pues el contrato de compra venta de la factoría de Almazán, el año pasado, establecía que el grupo kuwait se hacía cargo, hasta el 31 de diciembre de 1993, de toda la producción de Sarrió en Almazán.