José Saramago explicó que este proceso se debe a "que estamos asistiendo a la muerte de las palabral, igual que antes aconteció la muerte de las ideas y de las ideologías".

Los cinco escritoes criticaron durante el curso de la Universidad Complutense sobre "La edición en Europa", la pobreza del vocabulario del ciudadano y en especial de la pobalción universitaria.

"Nadie hecha de menos un vocabulario amplio", explicó Savater, que insistió en que "la gente está empeñada en llenar la casa de aparatos y viven con un vocabulario que no supera las 300 palabras".

Los escritores consideran que los círculos universitarios están lejos de luchar contra este tipo de "anlfabetismo funcional" y e mostraron reacios a afirmar que el nivel universitario esté por encima del analfabetismo.

Por su parte, Millas apeló a la potenciación de la imaginación en la escuela, "de igual forma que nos enseñan la funcionalidad del aparato digestivo o el locomotor".

En su opinión, la imaginación y el lenguaje es lo que define la riqueza humana y no el nivel de "funcionalidad" que el ser humano logra en su existencia.