Sara Montiel, que perdió a su marido, el empresario Pepe Tous, el pasado 25 de agosto de 1992, afirma que aún no tiene fecha prevista, "pero después de hablarlo y meditarlo mucho he decidido unir mi vida a la de Giancarlo".

"Son muchos los motivos que me hacen tomar esta decisión, pero quiero decir que el apoyo de mis hijos especialmente el de Thais, ha sido lo que más me ha influido en esta decisión. Mi hija quiere erme tranquila, ella sabe que hace muchos años Giancarlo y yo estábamos muy unidos", señaló Sara.

Giancarlo Viola y Sara Montiel formaron pareja durante casi nueve años. El actor italiano conquistó a la actriz cuando interpretaron juntos la película "La dama de Beirut", de Ladislao Vajda, en 1965.

"Yo creo", explica Sara, "que la vida sigue a pesar del dolor y de las alegrías. Creo que el destino está marcado para cada persona y yo, que siempre creí que era una mujer que no tenía que casarme nunc, que no tenía que atarme y resulta que me he casado tres veces".

El primer matrimonio de Sara Montiel tuvo lugar en 1957 en Nueva York. Se casó con el director de cine norteamericano Anthony Mann del que se divorció en octubre de 1963. Un mes más tarde se comprometió formalmente con José Vicente Ramírez Olalla, un alto cargo de la empresa Seat con el que se casó en Roma el 2 de mayo de 1964. Su matrimonio con José Vicente duró muy poco y tras la relación con Giancarlo conoció a Pepe Tous con el que s casó en 1979.

REENCUENTRO

Sara y Giancarlo volvieron a encontrarse el pasado verano, cuando Televisión Española realizó un programa especial dedicado a la actriz y como invitado acudió Giancarlo Viola.

"Si, pero antes de este programa", afirma Sara, "nos habiamos visto en el año 1982. Fue en unas vacaciones que hicicmos mi marido y yo. Pepe tenía un gran aprecio por Giancarlo y decidimos pasar unos días con él y su hermana en Italia".

Giancarlo le ha reglado a Sara ya el anilló de prometia que en Italia recibe el nombre de "anillo de la fidelidad". Esta tradición se remonta a la antigua Roma en la que los señores colocaban un anillo con su sello a las nuevas esclavas que adquirían para recordarles que debían ser felices.

"Giancarlo", concluye Sara, "es un hombre muy dulce, un auténtico caballero, como lo fue mi marido, Pepe Tous. En estos meses me ha ayudado mucho, ha estado a mi lado, ha intentado por todos los medios sacarme de ese pozo oscuro, negro, en el que estaba metida desde qe murió mi marido".