El fondo invierte en las empresas europeas que más dinero dedican al reparto de dividendos entre sus accionistas, filosofía que capta prácticamente el 100% del dinero que entra en los fondos de renta variable, unos 470 millones de euros hasta junio, tal como reflejan los cálculos de la gestora del Santander.

El producto tiene un ideario ético para elegir a las empresas que formarán parte de su cartera, que refleja valores como la defensa del medio ambiente, los derechos humanos y laborales, el buen gobierno corporativo y las relaciones con la sociedad, en especial con el tercer mundo.

Así, de la misma forma que se elige a estas empresas, se rechaza a aquellas que se dediquen a la fabricación o venta de armamento.

Finalmente, el Grupo Santander cederá a las ONG el 0,4% anual del patrimonio del fondo, es decir, el 21% de la comisión que cobra la entidad por gestionar el producto financiero.