Los trabajadores e Santana habían convocado una cadena humana a la que acudieron miles de personas y que discurrió pacíficamente por los arcenes de la autovía. Había grupos de unas doscientas personas dispersos a lo largo de la carretera que se encargaban de hacer llegar sus protestas a los conductores que circulaban por ella mediante pancartas y gritando consignas.

El primer corte de tráfico se produjo alrededor de las cinco y cuarto de la tarde por un grupo de trabajadores que se encontraban en el kilómetro 285 de l autovía de Andalucía, a unos 5 kilómetros de Guarromán (Jaén). En esa ocasión los trabajadores restablecieron la circulación sin que la policía llegara a intervenir.

Sin embargo, alrededor de las siete menos cuarto volvieron a intentar cortar el tráfico y los antidisturbios de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía intervinieron dos veces lanzando botes de humo y pelotas de goma para dispersar a los manifestantes, con el fin de que despejaran la carretera.

Las cargas policiales no proocaron ningún daño personal de consideración a los manifestantes -aunque sí algunas contusiones- y tampoco se produjeron detenciones. Pasadas las siete y media de la tarde los manifestantes comenzaron a retirarse de los arcenes de la autovía sin que se registraran más incidentes.

La densidad de tráfico a esa hora de la tarde, en un día como hoy, en el que se inicia la segunda fase de la "operación salida", era muy intensa, a pesar de lo cual no llegaron a producirse retenciones importantes.

La úlima carga policial llevada a cabo contra trabajadores de Santana, el día 16 de marzo, cuando los manifestantes cortaban la circulación del tren en la estación de Linares-Baeza, se saldó con la pérdida de un ojo por parte de un trabajador y una veintena más de heridos.

A consecuencia de esta actuación policial, partidos políticos y distintos sectores de la sociedad linarense y del resto de España pidieron la dimisión del gobernador civil de Jaén.