La empresa cerró 1995 con unas pérdidas de 7.383 millones de pesetas. La cuenta de resultados, que se presentará próximamente a la Comisión Nacional del Mercado d Valores, arroja un saldo de explotación antes de amortizaciones de 1.625 millones de pesetas de beneficio y un resultado consolidado de 43 millones de pesetas.

Según el titular de Trabajo, Guillermo Gutiérrez, los datos representan un importante cambio en la situación de la compañía, aunque recomiendan, a su juicio, la continuación de medidas de contención salarial y gastos puestas en marcha por la dirección de la empresa.

El Gobierno andaluz estima que los resultados de Santana se deben a la cosolidación de la empresa como el segundo productor más demandado en el mercado de los pequeños y medianos todo-terrenos, con un 16,4% de índice de penetración, frente al 14% de 1995; a una facturación de 54.493 millones, superior a la de 1995, que fue de 40.919 millones; a la continuación en la reducción del coste de los materiales como consecuencia del plan de nacionalización y a la colaboración de los trabajadores mediante la contención salarial y el aumento de la productividad.

Durante 1996, la Juna de Andalucía efectuó el primer pago para las prejubilaciones de la compañía, que sigue pendiente de recibir las correspondientes partidas del Gobierno central, según Gutiérrez. La generación de fondos por operación de Santana Motor ha sido de 2.700 millones, frente a los -4.000 de 1995, cantidad que se ha destinado a las inversiones necesarias para la nacionalización de componentes y mejora de la producción, así como a afrontar los compromisos de las prejubilaciones.