Religión
La Santa Sede nombra al arzobispo de Burgos comisario de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio
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La Santa Sede ha nombrado al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, 'Comisario Pontificio ad nutum Sanctae Sedis' de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio. El nombramiento coincide con el plazo de sor Isabel como abadesa del Monasterio de Santa Clara de Belorado. Y este día era el acordado previamente con el Delegado episcopal para la vida consagrada para la elección de la nueva abadesa.
Así lo explicó la archidiócesis en una nota después de que la citada religiosa firmase una declaración el 13 de mayo para abandonar la Iglesia católica y pasar a jurisdicción del 'obispo' expulsado Pablo de Rojas.
Según el arzobispado, ante esta situación, la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu, a la que pertenecen estos monasterios, solicitó la ayuda de la Santa Sede, quien a su vez ha nombrado a Iceta comisario, "otorgándole todos los derechos y deberes que el Derecho universal de la Iglesia y el Derecho propio del Instituto atribuyen al Superior Mayor y a su Consejo, incluida la representación legal en el ámbito civil".
Para el desempeño de este encargo de la Santa Sede, el comisario ha nombrado una comisión gestora y se pedirá también "la colaboración de un despacho profesional para la administración de los monasterios y sus bienes y se encargará la realización de una auditoría y un inventario".
"Asimismo, si fuera necesario, se contará con la ayuda de despachos profesionales de servicios jurídicos, en materia civil, fiscal o penal", advirtió el Arzobispado de Burgos en su nota.
Según la diócesis, "a última hora de la tarde de ayer [por este martes], se remitió un burofax a Sor Isabel comunicándole la finalización de su mandato y el nombramiento del Comisario Pontificio, con efectos inmediatos".
Asimismo, "se prohibirá expresamente el acceso y permanencia en los monasterios y todos sus inmuebles de los Sres. Pablo de Rojas y José Ceacero y cualquier otra persona vinculada a la Pía Unión de San Pablo Apóstol".
"Las hermanas merecen el máximo respeto y consideración. Transcurrido un tiempo prudencial, de modo personal, se requerirá que cada una de ellas exprese su voluntad de continuar o no perteneciendo a la Iglesia católica", prosiguió la nota, que también hizo referencia a que el abandono de la Iglesia católica conlleva el inicio de un procedimiento canónico cuya consecuencia, "en caso de no deponer su decisión, concluiría con la declaración de excomunión latae sententiae, que lleva consigo la expulsión de la vida consagrada". "Confiamos vivamente en que no sea necesario llegar a este extremo", sentenciaron desde la Iglesia de Burgos.
(SERVIMEDIA)
29 Mayo 2024
AHP/clc