Según la AIE, la agencia realizará las dotaciones financieras necesarias para gestionar eficazmente la empresa, con una reducción de costes financieros y una ampliación de capital, de manera que los recursos de Santa Bárbara le permitan soportar la reestructuración proyectada.

También se contempla una reducción de su capacidad productiva que provocará excedentes laborales, los cuales se paliarán con un programa de proyectos de empleo alternativo y otro de bajas incntivadas y prejubilaciones, como medida complementaria.

La empresa y las centrales se dan un plazo de tres años para acabar con las pérdidas económicas en cada uno de los centros de trabajo de Santa Bárbara, para los que no habrá en principio cierres, aunque ambas partes acuerdan el cese de la actividad en los que no sea posible hacerlos viables en las condiciones pactadas.

También se ha dispuesto la creación de una comisión de seguimiento paritaria, formada por representantes sindicales y la dircción, que supervisará el desarrollo del plan y podrá tomar medidas de emergencia en las desviaciones que puedan producirse.

Para Industria, dicho acuerdo "es el principio de un nuevo sistema de relaciones laborales en las empresas públicas necesitadas de reordenación", y confía en que "los principios que lo inspiran puedan ser aplicados próximamente a otros casos".