Así, recomienda intentar que los hijos participen en la compra de la ropa para el colegio y que los niños vuelvan a la rutina normal unas pocas noches antes de que comience el colegio. Esto implica evitar que trasnochen o que realicen alguna actividad que les haga más difícil volver a la rutina.

Es importante tranquilizar a los hijos, diciéndole que sus amigos seguirán en el colegio. Si se han tenido que cambiar a otro centro escolar, hay que animarles haciéndoles ver que los niños nuevos se sentirán igual y que es bueno hacer nuevos amigos.

Hay que dar tiempo a los chavales para que se relajen después del colegio antes de empezar los deberes, escuchar sus frustraciones y ayudarles a ver el aspecto positivo, siempre que sea posible.

Al terminar el colegio, en lugar de ver la televisión o de jugar con el ordenador, es mejor invitar a los niños a dar un paseo en bicicleta por el parque o a ayudar con la compra. Esto les ayudará a mantener los niveles de energía y a reducir el estrés.

LOS PADRES TAMBIÉN SUFREN

La vuelta al cole es algo que también sufren los padres, quienes, además, en la mayoría de los casos, tienen que compaginar esta nueva etapa con el retorno al trabajo.

Así, les recomienda que no se olviden de sus propios sentimientos, para evitar sumirse en la irritabilidad o el estrés, que influye negativamente en la confianza que los hijos depositan en sus progenitores.

Aprender a decir "no", pero siempre con actitud cariñosa,puede llegar a ser muy liberador, afirma Sanitas. Cultivar el pensamiento positivo, aprendiendo de los errores y ayudando a los hijos a enfocar su nueva etapa escolar ayudará a reducir la ansiedad.