La campaña, que ha contado con un presupuesto de 1.370.000 euros, utiliza el teléfono móvil como elemento de presentación de los mensajes. A cada frase se le añade el término "¡pásalo!", con el fin de acercar la campaña al lenguaje cotidiano de los jóvenes. "Pretendemos inducir a la complicidad activa de éstos", dijo la ministra.

Algunos de los mensajes son "todos contra el tabaco", "con humo, no hay beso" o "el fumar se va acabar". Según la titular del departamento, "el verano puede ser una buena ocasión para cambiar de hábitos y costumbres, puesto que hay cantidad de actividades de ocio que no necesitan tener un cigarrillo en la mano".

Todos los "spots" televisivos de la campaña, así como las fotografías de prensa, recogen a los jóvenes leyendo los mensajes de su móvil, medio de comunicación personal muy extendido entre los jóvenes.

Según la responsable de Sanidad, que resaltó el "estilo positivo" de la campaña, se ha intentado desmitificar las falsas bondades del tabaco y prevenir la adicción entre los jóvenes por su "deseo de experimentar sensaciones nuevas y por la creencia de que su vida se rige por reglas distintas".

Los últimos datos de la población adolescente revelan que el 21,5% de los estudiantes de 14 a 18 años fuma diariamente (el 18,9% de los chicos y el 24,1% de las chicas). El tabaquismo, según la ministra, es factor causal de 29 enfermedades, 10 de ellas son de cáncer (esófago, pulmón, laringe, vejiga...)

Asimismo, Salgado recordó que se está tramitando la Ley de Prevención del Tabaquismo, aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 22 de abril, y que podría estar aprobada antes de fin de año. El texto legal establece limitaciones a la publicidad, venta y patrocinio del tabaco, así como la tipificación de infracciones correspondientes a este precepto legal.