"Sólo se administrará el tratamiento si los equipos de protección fallan. Si se detecta que la persona que ha recogido el ave muerta tiene, por ejemplo, un guante roto", precisó la ministra.

Recordó la titular de Sanidad que este pequeño envío de retrovirales no tiene nada que ver con las dosis que serían necesarias en caso de que el virus mutara y se transmitiera entre humanos.

"El ministerio tiene dosis suficientes en estos momentos para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y en el plazo de un año contaremos con 500.000 tratamientos, un "stock" de seguridad, capaz de atender las necesidades que pudieran surgir", señaló Salgado.

Asimismo, dijo que se habían solicitado dos millones de tratamientos para una primera fase y casi 10 millones más para cubrir todos los grupos de población que se consideran de riesgo. El ministerio tiene ya en su poder tratamientos en cápsulas y antivirales a granel, lo que le permitiría contar con 130.000 tratamientos en un corto plazo de tiempo, si fuera necesario.

Él reparto de tratamientos retrovirales es una de las medidas que se han tomado esta mañana en la reunión que ha mantenidoElena Salgado con los consejeros de Sanidad de las Comunidades Autónomas.

En esta reunión los asistentes han coincidido en la necesidad de seguir trasladando a los ciudadanos un mensaje de tranquilidad. "La gripe aviar sigue siendo un problema de salud animal y la posibilidad de que se produzcan contagios de aves a humanos en Europa es muy bajo en estos momentos", aseveró Salgado.

"La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que ni los nuevos casos de aves contagiadas en Europa, ni el gato infectado en Alemania suponen ningún cambio en la posibilidad de que el virus mute", indicó Salgado.

PROTOCOLO EN AEROPUERTOS

Por otro lado, el ministerio ha ultimado el protocolo de vigilancia y control sanitario en puertos y aeropuertos que determinará el procedimiento de actuación ante casos humanos sospechosos de infección de gripe aviar en aviones y barcos y a su llegada a aeropuertos y puertos.

El comandante de una aeronave deberá avisar durante el vuelo a la autoridad aeroportuaria de la existencia de cualquier caso sospechoso de padecer la enfermedad. Este viajero será aislado y separado del resto del pasaje y se le colocará una mascarilla quirúrgica. Se reservará un aseo para el uso exclusivo del afectado y el personal que lo atienda deberá estar provisto de guantes, mascarilla y bata de un sólo uso.

Una vez que el avión haya aterrizado, el equipo sanitaro iniciará el pertinente control. En caso de que no se confirme la sospecha, el viajero y el resto del pasaje y la tripulación podrán recoger sus equipajes y proseguir su viaje.

En caso de confirmación de la sospecha, el equipo sanitario avisará a los servicios de la comunidad autónoma correspondiente para que el afectado reciba la atención necesaria. El resto de pasajeros y tripulación deberá entregar unas fichas de identificación para poder continuar su viaje.