Según informó hoy el departamento que dirige Elena Salgado, las actuaciones se centrarán en labores de sensibilización de los profesionales sanitarios y en la elaboración de materiales y acciones formativas, así como en el asesoramiento a entidades tanto públicas como privadas en el desarrollo de buenas prácticas.

El convenio está destinado a mejorar la salud y la calidad de vida de la comunidad gitana, al impulso de políticas que reduzcan las desigualdades en salud y a facilitar su acceso a los servicios sanitarios en igualdad de condiciones.

Según los datos del Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social 2001-2003, en España más de un 30% de la población gitana vive en circunstancias de exclusión o riesgo de exclusión social.

La esperanza de vida del colectivo gitano se estima, según diversos estudios, que es diez años menor que la media del resto de la población española. Esta diferencia se debe a diversas causas, como una vacunación infantil deficitaria, problemas de alimentación o un deficiente estado de nutrición.

También registran mayor nivel de accidentes y lesiones involuntarias, una creciente tendencia a la automedicación y a un uso inadecuado de los servicios sanitarios, además de problemas relacionados con el consumo de drogas.