Esta oficina se incorporará a la Secretaría General de Sanidad, explicó Soria en una rueda de prensa ofrecida para informar del convenio suscrito hoy entre su departamento y el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos para concienciar a la ciudadanía de los riesgos que tiene comprar medicamentos por Internet.

La oficina de vigilancia de venta de fármacos a través de la Red servirá para colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con las comunidades autónomas en la prevención y persecución de este tipo de delitos.

La actual ley del medicamento prohíbe la venta de fármacos que precisen receta médica a través de la Red y prevé regular la comercialización de los medicamentos que no requieran prescripción facultativa.

Esta normativa podría estar lista, según dijo el ministro de Sanidad, durante el primer semestre del año que viene.

El acuerdo para luchar contra la venta de medicamentos por Internet fue suscrito por Soria y por el presidente de los farmacéuticos, Pedro Capilla, quien incidió en la importancia que tiene que los ciudadanos sepan que los medicamentos que se adquieren a través de la Red no son seguros.

OTRAS ACCIONES

Además de la creación de una oficina para controlar y vigilar la venta de fármacos a través de la Red, el convenio suscrito hoy entre Sanidad y los boticarios prevé impulsar una campaña informativa a través de las farmacias contra la venta de medicamentos por Internet y dar formación a los profesionales de las farmacias para detectar productos falsos y para encontrar procedimientos capaces de aumentar ese control.

Este acuerdo se enmarca dentro de la Estrategia Nacional contra los Medicamentos Falsificados, elaborada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y en marcha desde 2007.

Según datos de un estudio realizado este año por la Alianza Europea para el Acceso a Medicamentos Seguros, el 62% de los fármacos que se venden a través de la Red son falsos. En la misma línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que aproximadamente el volumen de venta de fármacos falsificados podría representar en torno al 10% del mercado mundial.