El doctor Iñigo Sáenz de Tejada, presidente del Congreso, explicó que la impotencia (entendiendo por tal la incapacidad parcial o completa para alcanzar y mantener una erección con rigidez suficiente para permitir la penetración) va asociada no sólo al envejecimiento, sino también a ciertas enfermedades crónicas.

Así, los varones diabéticos de 40 años tienen la msima probabilidad de padecer ipotencia que los no diabéticos de 70. Otras enfermedades que aumentan la propensión a la impotencia son las cardiacas, la hipertensión arterial, la depresión y la hipercolesterolemia.

Un 60 por ciento de los impotentes que acuden a consulta con el urólogo lo son por trastornos vasculares, un 20 por cien por problemas neurológicos, un 15 por cien por problemas psicológicos y sólo un 5 por cien debido a desarreglos hormonales.

Actualmente, hay métodos terapéuticos altamente efectivos para el tratamento de la impotencia, pero el más utilizado es la terapia intracavernosa, que consiste en la inyección en el pene de fármacos vasodilatadores.