Ninguno de loscorredores que participaron en el encierro resultó alcanzado por las astas, aunque tres mozos tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios con heridas leves por golpes.

La manada partió rápida, aunque estirada, y de esta forma recorrió los primeros metros de Santo Domingo, en los que no se registraron apenas caídas de mozos y éstos pudieron realizar bonitas carreras.

Al entrar en la plaza del Ayuntamiento los toros tomaron el relevo a los mansos para abrir un grupo que se fue estirando toavía más hasta que, en Mercaderes, varios de los astados resbalaron y cayeron al pavimento, lo que dejó rezagado a uno de ellos.

Al acceder a la calle Estafeta, la manada repitió las habituales caídas al chocar contra el vallado de la curva, lo que motivó que quedara ya en este punto definitivamente rota en varios grupos. Esta circunstancia permitió que los mozos se acercaran a los animales y encontraran huecos para correr junto a las astas.

Tanto en Telefónica como en el callejón se registraron lgunas caídas de mozos, que quedaron tendidos en el suelo mientras los toros les sobrepasaban por encima sin que hicieran nada por ellos y seguían una carrera caracterizada por la rapidez y la limpieza.