Sanchís declaró a la Ser que ha estado bajo sospecha desde abril de 1990 "sin haber hecho nada". "Jamás cometimos ningún cohecho ni podíamos cometerlo, porque en Valencia gobernaba el PSOE con mayoría absoluta".

El parlamentari popular mostró su convencimiento de que tras las diligencias abiertas por el juez Manglano se esconde una "conspiración política" contra los implicados en el caso y el Partido Popular.

"Al principio quizá fue una casualidad, pero luego ha sido una persecución política y un juicio político. Si no, Manglano no hubiese actuado con una dureza que no se aplica ni a los terroristas más importantes", consideró Sanchís.

En su opinión, el juez valenciano se encontró con unas conversaciones telefónicas "qe le llamaron la atención y pensaba que ahí podía tirar de la manta. Se cometieron una serie de tropelías para no acusarnos de nada".

Los implicados en el "caso Naseiro" pedirán mañana la nulidad del juicio alegando que la policía intervino las conversaciones telefónicas de forma ilegal.

Sanchís aseguró hoy que al escuchar las conversaciones ha detectado la "unión de distintas frases y distintas conversaciones". "Yo no reconocía mi propia voz y se hacían aparecer como conversaciones políticas una conversaciones que eran empresariales".

MIMADO POR EL PP

Negó que en algún momento haya participado en una operación de conspiración para el cohecho. "Conozco la ley. Sabía que cualquier persona puede dar dinero a un partido político y en esas condiciones recaudé cientos de millones de pesetas, de lo que me siento orgulloso. Otra cosa sería que yo hubiese dado alguna prebenda para recaudar ese dinero, que no lo hice".

Angel Sanchís afirmó que se sintió abandonado por su partido en los primerosdías posteriores a la apertura de las diligencias. "Hoy me siento mimado por el Partido Popular", precisó.

Angel Sanchís, junto al ex tesorero del PP Rosendo Naseiro y el concejal del Ayuntamiento de Valencia Salvador Palop, comparecen a partir de mañana en la Sala Segunda del Tribunal Supremo, acusados de un delito de conspiración para el cohecho.

El juez Manglano ordenó intervenir el teléfono de los hermanos Palop, cuando la policía investigaba a Rafael por su presunta implicación en una red detraficantes de cocaína.

Las escuchas permitieron conocer diversas conversaciones entre Salvador Palop, el tesorero del partido y varios empresarios inmobiliarios, sobre las comisiones a percibir a cambio de determinados favores en ayuntamientos e instituciones gobernadas por el PP.

Al aparecer implicado Angel Sanchís, personas aforada por su condición de diputado, el juez Manglano tuvo que remitir la causa al Tribunal Supremo.