Partiendo del acto de apertura de campaña, y del que tuvo lugar este sábado en Sevilla, Sánchez tenía previsto hasta hoy actos en Valladolid (1 de junio) y en Málaga (5 de junio), además del cierre (7 de junio) en Madrid.

En la dirección del PSOE aseguran que las europeas “pintan bien” y que no se producirá el "baño" que podría pretender el PP, aunque en Ferraz creen que el PP ya tiene movilizado a “todo su electorado” mientras que, como es costumbre, el socialista se va “despertando” conforme avanza la campaña.

A ello suman en el PSOE que en estos días “el marco es nuestro” porque, ironizan, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, “siempre ayuda” y entra a los debates que interesan a las filas socialistas, como el enredo sobre los posibles pactos en Europa con la “ultraderecha”.

En el PSOE admiten “una gran duda” sobre el impacto que pueda tener en sus filas el caso de la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, y aunque están convencidos de que “no hay nada de nada”, sí reconocen que el “ruido” y el “fango” puede terminar afectando a la campaña aunque no creen que se tuerza. Incluso hay quien lo ve una “parida” sin ninguna “relevancia penal".

Una sensación similar tienen con la ley de amnistía que mañana se aprueba en el Congreso de manera definitiva y que “ya está descontada” para los críticos y ahora es incluso “bandera” y motivo de “orgullo” en el partido después de la victoria del socialista Salvador Illa en Cataluña el pasado 12 de mayo.

En el PSOE consideran que las elecciones catalanas y, sobre todo, la victoria del PSC, ha sido uno de los factores del punto de inflexión por el que las bases socialistas se han empezado a activar ante la cita del 9-J y el cariz de “plebiscito” que buscan, dicen los socialistas, desde el PP.

“Creemos que podemos ganar” dicen en Ferraz, mientras Sánchez en el Congreso se mostró seguro por dos veces de la “victoria” en las urnas frente al PP y a Vox. En el PSOE creen que el PP está nervioso porque ha puesto mucho énfasis en que los resultados sean una segunda vuelta y ahora Vox les sigue marcando el paso. De ahí que, dicen, la formación de Feijóo pase del “mimetismo” que intentó en la recta final de las catalanas a los ataques en los últimos días.