Así se lo hizo ver durante la réplica al portavoz republicano después de que le diera “la enhorabuena porque hoy se ha levantado de izquierdas”. Sánchez, que subió a la tribuna visiblemente molesto por otras acusaciones de Rufián, le respondió que se podrá decir que hay que “hacer más cosas, sin ninguna duda”, pero que no se puede “negar que este Gobierno es de izquierdas".

“Vuelve a darme el carné de izquierdas, se lo agradezco", dijo Sánchez a Rufián. Y ya que “usted es el que expide el carné de izquierda y me da ese reconocimiento en el día de hoy, ojalá usted se hubiera también levantado de izquierdas y hubiera votado la reforma laboral”.

Así, el presidente recordó el voto negativo de ERC a la reforma laboral y señaló que “si un diputado del Partido Popular no se hubiera equivocado, no tendríamos hoy el 80% de contratos indefinidos". "Así que, en efecto aplíquese el cuento y milite en la utilidad”, le increpó.

Este cruce de acusaciones se produjo después de que Sánchez preguntase a Rufián “qué obsesión” tiene con la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, porque no dejó de dirigirse a ella a sabiendas de que “no se puede defender”.

“Tengo que hablar yo aquí, porque ella no puede intervenir” pero “si usted tiene algo, debata con ella”, señaló tras los ataques de Rufián a Díaz porque mantuvo el pacto social entre Gobierno, patronal y sindicatos para la reforma laboral.

"Pero qué obsesión tiene usted de decir que la señora Díaz y el Gobierno de España prefirió hacerse una foto con la CEOE y no con Esquerra Republicana” ya que, tal y como explicó el presidente, la imagen fue "con los sindicatos, con la UGT y con CCOO, además de con los empresarios”.

Por otra parte, el presidente reconoció la “valentía” de ERC por apostar por la mesa de diálogo con Cataluña, pero le instó a que acudan las dos partes del Gobierno catalán -ERC y Junts- y a que sean “todos capaces de llegar a acuerdos concretos y plausibles”.

Sobre la cuestión política en Cataluña, Sánchez también trasladó a Rufián que la “demanda de diálogo” que plantean desde ERC se produzca también con “la otra parte” de catalanes que no apuestan por la independencia.