Sánchez, en una comparecencia junto a la primera ministra del Reino de Dinamarca, Mette Frederiksen, mantuvo la máxima de no inmiscuirse en la situación interna de ningún partido y afirmó que el Gobierno “está a lo que está”, que es superar la pandemia, consolidar la recuperación económica y para que, cuando se acabe la legislatura en 2023, España sea “un país mejor”.

“Nada que decir sobre la crisis interna del principal partido de la oposición”, zanjó Sánchez, si bien indicó que “España necesita estabilidad y la estabilidad no solo la aporta el Gobierno de España sino también el principal partido de la oposición”.

Por ello, demandó al PP que “resuelva cuanto antes, por su bien y por el bien de todos" la actual situación, y que resuelvan la "principal incógnita” de este episodio y que pasa por “las acusaciones cruzadas de irregularidad y corrupción” que se han lanzado los dirigente del PP.

“Eso es lo que le pido como presidente y ciudadano, que resuelvan esta cuestión cuanto antes y que aclaren dudas sobre esas irregularidades” y que afectan a un “gobierno bien importante” como es el de Madrid.

Preguntado por el auge de Vox, ante la situación del Partido Popular, Sánchez confesó que “esa no es una buena noticia para ningún demócrata” y lo vinculó con las negociaciones para la formación de gobierno en Castilla y León, tras las elecciones del 13-F, y apeló a la responsabilidad del PP a la hora de abrir la puerta a esa formación.

UCRANIA

Sobre la crisis en Ucrania, el presidente insistió en que en la Unión Europea están “unidos en la respuesta” y en la apuesta porque la “diplomacia” y ese “diálogo abierto con Putin y Rusia tiene que fundamentarse” también en la unidad en las consecuencias “que se pueden producir si Putin decide invadir y abrir un conflicto”.

Además de la unidad, trasladó también la “solidaridad” con Ucrania y en defensa del “respeto de la soberanía de las naciones” y a su integridad, y a la normas básicas de la legalidad internacional.