“Hay que hacerse cargo de la frustración de la derecha. Se han quedado en el insulto, la descalificación y en la amenaza de la derogación. En eso están, pero en esta campaña el insulto, la descalificación y la derogación, todas toditas para la derecha y la ultraderecha, nosotros a la gestión, a los avances sociales y a la paz social”, comentó.

De esta manera, marcó Sánchez distancia con Page, del que tampoco alabó su gestión al frente de Castilla-La Mancha, y continuó con la estrategia del PSOE de evitar hablar del asunto de las listas de Bildu que usa el Partido Popular para agitar a los socialistas en esta campaña.

Sánchez, tras un nuevo anuncio esta vez para los mayores de 65 años con entradas al cine por dos euros, contrapuso su gestión con la que impulsan en el PP que “gobiernan para los de arriba, para una elite, que es a la que sirven y a la que obedecen”.

Por ello, pidió a los que apuestan por los servicios públicos el voto para el PSOE porque “cuanto más fuerte esté el PSOE más fuerte estará el estado de bienestar”. Así, al término del acto, e incluyendo a Page como un candidato más, el presidente compartió que no le tiene “ninguna duda, de que la gente vota defendiendo lo que piensa y va a votar al PSOE y vamos a volver a ser primera fuerza” tanto en la región como en la ciudad de Puertollano.

Visualmente no hubo gesto de sintonía ni de mala relación entre Sánchez y Page pese a que el presidente manchego ha sido en varias ocasiones, públicamente, crítico con las políticas del líder del PSOE.

No obstante, entre los cerca de 2.000 asistentes presentes en el acto, según la organización, el líder del PSOE se llevó los mayores aplausos de un público también entregado a la ministra y exalcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, de la que Sánchez dijo que es una "pedazo ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, una gran socialista y una gran compañera".