A su llegada, el presidente mantendrá en primer lugar un encuentro con empresarios españoles en un hotel de la ciudad antes de desplazarse, después, a una audiencia en el Palacio Real de Alsalam con el príncipe heredero del Reino de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán.

En Arabia, el presidente abordará tanto inversiones en España como los intereses de empresas españolas en el país árabe.

El Fondo de Inversiones Pública (FIP) de Arabia Saudí, uno de los fondos soberanos más grandes del planeta y presidido por el propio bin Salmán, ronda los 600.000 millones de dólares, lo que supone una atracción inversora.

Según fuentes del Ejecutivo, en la reunión con bin Salman no está en la agenda abordar la cuestión de los derechos humanos en Arabia, como tampoco la compra de la saudí STC de parte del accionariado de Telefónica y que ha obligado al Estado a querer convertirse en el principal socio y adquirir hasta el 10% de las acciones de la compañía.

Respecto a este asunto, el propio Sánchez reconoció en una conversación informal con periodistas que hay “sincronía y una relación muy buena” con las autoridades saudíes y que han estado en contacto desde que avanzaron su intención de entrar en el accionario de la compañía de telecomunicaciones, aunque sin desvelar si éstas han solicitado ampliar el porcentaje.

En dicha conversación, el presidente recordó que para el Gobierno Telefónica es una empresa estratégica, principalmente en el campo de las telecomunicaciones, y que por eso ha tomado la decisión de adquirir hasta un 10% de la compañía que preside José María Pallete.