SANCHEZ DRAGO: "LO UNICO QUE CABE YA EN ESTE MUNDO DE ESCLAVOS ES LA DESOBECIENCIA CIVIL"
- El escritor opina que ningun gobierno debe prohibir "la experiencia personal de las drogas"
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El escritor Fernando Sánchez Dragó manifestó hoy en San Lorenzo de ElEscorial (Madrid), en la inauguración de un curso sobre "Contracultura, desobediencia civil y farmacia utópica" que dirige en la Universidad Complutense, que la sociedad civil vive actualmente el mayor estado de esclavitud de la Historia y apuntó que "lo único que cabe ya en este mundo de esclavos es la desobediencia civil".
En opinión de Dragó, que inauguró con el escritor y filósofo Fernando Arrabal este curso, el sistema actual es un "Estado papal, un Estado-Gran Hermano", en el que la ideología hamuerto y "todas las posturas políticas, de derechas e izquierdas, se reducen a lo mismo". "Si Espartaco levantara la cabeza, seguiría huyendo de la esclavitud de este sistema", dijo Dragó.
El autor de "El camino del corazón" dedicó su conferencia inaugural al uso de las drogas y alucinógenos como medio para la "búsqueda del conocimiento", defendiendo la teoría de que el hombre prehistórico no habría crecido espiritulamente si no hubiera recurrido a algun tipo de drogas.
Sánchez Dragó, que habló d "Turn on, tune in, drop out" (acóplate, sintoniza y desengánchate, en traducción libre del escritor), diferenció tres motivaciones que conducen normalmente a las drogas: la angustia, la búsqueda de la diversión y el ansia de conocimiento. El escritor defendió la última de ellas, como medio de "llegar al fondo de los desconocido para buscar lo nuevo".
DROGA E ILEGALIDAD
Aunque hizo alguna referencia a la necesidad de la desobediencia civil "frente al sistema narcotizador de la televisión, que provoc en nuestros hijos un encefalograma plano", su intervención se centró en la defensa de la legalidad de las drogas.
"La legalidad del consumo de estupefacinetes resolvería de un plumazo en un solo día el problema del narcotráfico, el setenta por ciento de las infecciones de sida por transmisión de jeringuillas, todas las muertes por sobredosis y el libre albedrío del uso de las drogas", opinó.
"No hay drogas buenas ni malas, ni duras ni blandas", añadió Dragó en su explicación, "unas sirven para u fin y otras para otro, en todas la cuestión es la medida", insistiendo en que no puede estar de acuerdo "con la legalidad de la barbarie farmacológica que propone la sociedad" y la ilegalidad del consumo de drogas.
El escritor, que recordó en el curso su primera experiencia alucinógena "seria" con LSD, que recoge en su libro, opinó que "ningun gobierno puede legislar ni prohibir en el tema de las drogas, porque es una experiencia individual".
(SERVIMEDIA)
16 Ago 1993
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