Las tres primeras horas de la sesión parlamentaria sirvieron para ver un enfrentamiento directo entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición, cosa que hasta ahora no había sucedido dado que Feijóo no tiene escaño en el Congreso de los Diputados y no pudo participar en julio en el Debate sobre el estado de la Nación ni anteriormente en otras comparecencias monográficas de Sánchez.

La única vez que ambos habían rivalizado en sede parlamentaria fue en junio en la primera, y hasta ahora única, sesión de control al Gobierno desde que el gallego llegó a la Cámara Alta. Entonces Feijóo planteó una pregunta y Sánchez le respondió en un cruce de visiones que duró apenas media hora.

La trifulca dialéctica de este martes se extendió casi tres horas, de las cuales Sánchez acaparó más de dos tercios. El presidente del Gobierno comenzó su discurso de comparecencia a las 16.12 horas de la tarde y dedicó una hora y cinco minutos a leer la intervención que le habían escrito, en la que introdujo algunos comentarios de su propia cosecha. Cabe resaltar que tanto el presidente como los ministros siempre tienen tiempo ilimitado en sus comparecencias parlamentarias.

Feijóo, que tenía 15 minutos de tiempo limitado para responder, como los demás grupos parlamentarios, pudo extenderse hasta los 18 minutos gracias a la flexibilidad que demostró el presidente de la Cámara Alta, Ander Gil, quien no obstante tuvo que llamarle al orden en varias ocasiones para que finalizara porque se estaba alargando más allá de lo pactado.

Sánchez retomó entonces el debate y empleó 47 minutos más, a los que Feijóo replicó entonces con casi 9 minutos frente a los 5 que estaban permitidos. El cara a cara concluyó con el presidente de nuevo en la tribuna para contestar al líder del PP durante 20 minutos más. En total, Sánchez empleó 2 horas y 12 minutos frente a 27 minutos de Feijóo.

La sorpresa para los demás grupos parlamentarios llegó cuando Sánchez se sentó en su escaño y no se levantó a responder al resto de los partidos. Prefirió escuchar seguidos a los senadores de ERC, Bildu, PNV, Junts y Coalición Canaria, ya que se reservó la capacidad que le otorga el reglamento de la Cámara Alta para responder a todos ellos de forma conjunta al final, aunque no es nada habitual que un presidente mezcle en un mismo debate las dos fórmulas a la hora de contestar a otros partidos.

La senadora del PNV Estefanía Beltrán, sacó a relucir ese detalle cuando le llegó el turno e incluso reprochó al presidente del Gobierno lo que considera una “falta de respeto” por tratar de forma distinta a los demás partidos, puesto que a Feijóó le había contestado de forma individual para constatar que lo vivido este martes en la Cámara Alta es un “cara a cara” entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición, más que un debate con todos los senadores.