La portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Teresa Jordà, presentó en la sesión de control al Gobierno las protestas del sector alimentario como “síntoma inequívoca” de que sufre, no sólo por el cambio climático sino por “las exigencias desmesuradas” y “la falta de políticas” a las que se enfrenta, y preguntó qué va a hacer el Gobierno ante “esta gravísima situación”.

Sánchez mostró su “absoluta disposición de interlocución” y su “absoluta empatía” con el sector, y aseguró que su Gobierno “hace una labor de persuasión en las instituciones comunitarias ante sus demandas justas”. Además, destacó que ha invertido 4.000 millones para hacer frente a la sequía, con 1.380 millones en ayudas directas que se añaden a los 4.800 de la PAC.

Aseguró que está desplegando “una política absolutamente transversal y holística de compromiso con el campo” y reivindicó la Ley de Cadena Alimentaria, si bien reconoció que “son muchísimas las cosas que tenemos que continuar haciendo”.

Jordà le demandó “establece plazos reales” y “un cambio de dirección”, estableciendo cláusulas espejo con igualdad de condiciones para los productos importados, flexibilizar las exigencias burocráticas y que “reforme de una vez la Ley de Cadena Alimentaria para corregir las fugas que presenta”, con publicación de los costes de producción, y que legisle pensando en los pequeños productores y no en “la duquesa de Alba”, porque de lo contrario “no hay sostenibilidad económica”, y por tanto tampoco social, y el único ganador es “la derecha populista”.

Sánchez defendió la PAC, criticada por algunos países pero que demostró su importancia durante la pandemia y la guerra de Ucrania, y aseguró que está facilitando la adaptación a la normativa europea, simplificando la PAC, que seguirá implementando cláusulas espejo y, terminó, “vamos a fortalecer la Ley de Cadena Alimentaria”.