“Con la respuesta social que hemos ido dando, en los complejos tres años, en dos años, hemos recuperado el nivel de empleo previo a la pandemia, pronto vamos a recuperar ar los niveles de PIB, y la desigualdad no ha aumentado como sí sucedió durante la crisis financiera”.

Así lo dijo en su intervención ante el Congreso para dar cuenta de los dos últimos Consejos Europeos, en la que también defendió la estrategia marcada por su Ejecutivo frente a la respuesta “liberal” con la que abordó el anterior Ejecutivo la última crisis financiera “que fue insolidaria y que provocó una recuperación lenta e injusta”.

Ahondando en la diferencia de los modelos, Sánchez dijo que ahora “España exporta soluciones frente a la crisis energética y de precios”, a diferencia de hace 10 años, con otros gobiernos.

Sánchez destacó que ahora "España exporta soluciones, como la solución ibérica", y criticó a los que llamaban “timo ibérico” a la excepción en el mercado gasista que lograron España y Portugal y que ha "ahorrado ya más de 4.500 millones de euros a los españoles, 150 euros de media en cada hogar". Con estos datos, dijo, "es lógico" que otros países "quieran para sí lo que España y Portugal han batallado con tanta determinación".

Por todo ello, sostuvo que "hoy España se atreve a librar" en Europa "batallas y ha aprendido a ganarlas" frente a "otros" que aceptaron "sumisos una doctrina cargada de reproche moral contra nuestro país. Importaron rescates bancarios, mientras hoy España exporta soluciones, como la solución ibérica", remachó.

En este sentido, defendió una vez más el impuesto a las entidades financieras ya en vigor y que se recaudará a partir del 1 de febrero, “tras conocer que la banca española concentra el grueso de los directivos con mayores sueldos de Europa”. “Es de puro sentido común pedirles un mayor esfuerzo con la creación del impuesto a las grandes entidades financieras”, sentenció.

Porque se trata, ahondó, de "repartir de forma justa las cargas y sacrificios en un contexto como el actual", no solo por "eficacia" política y económica, sino que "es mucho más que un imperativo moral". "Es la única forma de reforzar lo público, lo que es de todos y todas. Lo que nos salva cuando todo lo demás falla". Se trata, ahondó, de que "cuando hay que hacer un esfuerzo suplementario en tiempos difíciles como el actual ese esfuerzo debe recaer en quienes disfrutan de una posición mucho más holgada".

El presidente del Gobierno defendió que "siempre" ha hablado claro sin ocultar la "realidad", y por eso "es tan importante acertar tanto en el diagnóstico como no ocultar a la gente los riesgos y los desafíos que afrontamos tanto en Europa como en España".

No obstante, dijo, en este contexto "reaparecen los profetas del apocalipsis", unos "profetas que, de tanto advertir de crisis profundísimas, acaban confundiendo sus deseos con la realidad, siembran dudas sobre nuestra economía, dañan la imagen de España y no vacilan en hacerlo incluso fuera de nuestro país, si ello conviene a sus propósitos".

Sin embargo, "por primera vez en un escenario global de crisis", España "encabeza el crecimiento en Europa", afronta "los desafíos desde la prudencia" y "desde la confianza y esperanza que acredita que seguiremos creciendo en este año tan difícil para la economía global", afirmó tras repasar las medidas impulsadas como las rebajas en el IVA y las ayudas para los transportes.

No obstante, reconoció que "aún nos queda mucho trabajo por hacer" y "es imprescindible seguir avanzando en la agenda de transformaciones estructurales", porque, pese a los datos "favorables" en desempleo, afiliación y crecimiento económico , la tasa de paro sigue "siendo inaceptable" así como los indicadores de desigualdad social, intergeneracional, y la desigualdad de género, "cuya expresión más cruel es la violencia de género".

"No nos conformamos, pero los resultados están ahí" y certifican el éxito y la eficacia de la respuesta "y nos animan a seguir la senda iniciada", alentó Sánchez, en una intervención en la que también repasó que "nadie duda, salvo algunos recalcitrantes, de que Cataluña y por tanto España están mejor que en 2017" así como que España hubiera estado mejor preparada frente a la pandemia "si hubiéramos contado con los 94.000 nuevos profesionales sanitarios que se han incorporado durante estos cuatro años de Gobierno de coalición progresista, frente a los 3.000 que se recortaron durante los gobiernos conservadores".

Igual que, agregó, "nadie duda" de que si se hubiera apostado por el despliegue de las energías renovables hace una década, y no haber puesto el denominado impuesto al sol, "España habría estado mejor preparada para hacer frente a la crisis energética" como la vigente. Unas "transformaciones pendientes durante años" que, aseveró, se han "abordado durante este tiempo complejo".

En un discurso con marcado cariz político, como apuntan a Servimedia fuente de La Moncloa, Sánchez contrapuso su modelo por la "clase media y la clase trabajadora" con la "respuesta liberal" aplicada por "gobiernos conservadores".

El presidente denunció que otras formaciones tienen un "discurso" que "replican en otras latitudes, también en España, y que significa retroceder a una época en blanco y negro". Pero avisó de que "no lo conseguirán jamás" porque "los derechos conquistados no se cuestionan: se defienden, se acatan y se ejercen".

Para cerrar su intervención, Sánchez alertó de que "si a otros, por miedo o por cálculos post electorales, les tiemblan las piernas" para defender los derechos, al Gobierno "jamás le va a temblar la mano" porque ante eso no cederá "ni un milímetro".