Así lo indicó durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, en respuesta a la pregunta del portavoz de Junts en la Cámara Alta, Josep Lluis Cleries, sobre la actitud del Ejecutivo en su relación con Cataluña. Al respecto, Sánchez aseguró que seguirá dialogando en la Mesa de Diálogo y en la Comisión Bilateral para garantizar la “convivencia y la cohesión” entre catalanes.

Sánchez apuntó que se ha pasado de un “conflicto permanente” en 2017 a un “diálogo constante” entre ambos gobiernos y que este viernes se celebrará una comisión bilateral entre el Gobierno de España y el catalán para “materializar muchos traspasos”, y dijo que Cataluña “hoy está mejor que hace cinco años”.

A su vez, echó en falta una mesa de diálogo entre catalanes porque “hay no pocos, sino bastantes” ciudadanos de Cataluña que “no comulgan” con la “agenda independentista” que defiende Junts. Además, criticó que parece que Cleries solamente “puede vivir en una Cataluña enfrentada a sí misma”.

Asimismo, lamentó que ‘The Economist’ haya bajado a España de ‘democracia plena’ a ‘democracia defectuosa’, un tema del que habló Cleries, y aprovechó para culpar al Partido Popular de esta situación por “bloquear” desde “hace más de tres años” la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Además, afeó que Cleries dijera que la reforma laboral va “contra la realidad económica de Cataluña” cuando los secretarios de CCOO y UGT de esta comunidad defendieron la norma. “A lo mejor para usted no son buenos catalanes, pero para mí son catalanes como usted, señoría”, concluyó.

Por su parte, Cleries reprochó a Sánchez que retomase el diálogo entre el Gobierno de España y el catalán y “allí se quedó”, se “hizo una foto y poco más”, haciendo alusión a la Mesa de Diálogo celebrada en septiembre del año pasado, pero el “conflicto político sigue vivo” y la resolución de mismo tiene “nombre y apellidos: autodeterminación y amnistía”.

“Ustedes no han creído nunca en una ninguna mesa del diálogo, por eso no funciona, una mesa para negociar no puede vetar a una parte significativa del independentismo”, matizó, al tiempo que acusó a Sánchez de poner “una mesa de quita y pon” al servicio de sus “intereses electorales” y “en ningún caso” de los catalanes.

Para acabar, subrayó que “no se nota nada” ese “diálogo constante” del que habló Sánchez, y le dijo que si quiere que Junts participe en la próxima reunión de la Mesa de Diálogo, que “no diga los nombres y apellidos de los que se han de sentar” en la misma. “No podemos ni tenemos la libertad para escoger los que sientan en la mesa, qué vergüenza, señor Sánchez”, exclamó.

REFERÉNDUM

Previamente, en un intercambio de pareceres con el senador de EH Bildu Gorka Elejabarrieta, que le preguntó por la celebración de referéndum, Sánchez aseguró que el PSOE y el Gobierno bajo su Presidencia van a “apostar por la convivencia y superar traumas como el de Cataluña en 2017. Y los referéndum lo que hacen es plantear cuestiones binarias cuando estamos hablando de identidad y son cuestiones más complejas”.

“Creo que el independentismo es una teoría política del siglo XX o el siglo XIX” y, “si algo ha quedado claro” tras la pandemia, “es que tenemos que integrar a todas las naciones en el seno de la UE, para poder ser lo suficientemente grandes y relevantes en un orden internacional, y solamente juntos seremos más fuerte”, argumentó Sánchez, porque, agregó, “disgregando y centrifugando las responsabilidades y el poder político haremos de Europa un actor mucho más chico y con menos capacidad para garantizar el desarrollo y la prosperidad de los europeos”.

Así las cosas, Sánchez apostó por la Constitución, “apuntalarla”, aunque reconoció que los socialistas “creemos que sería necesaria una reforma en algunas cuestiones como el reconocimiento de nuevos derecho o la profundización de nuevas libertades”, pero “si el PP es incapaz hasta de reforma el artículo 49, es muy complicado”, concluyó.